(Previamente)
(Fin del previamente)
Cuando todo comenzó no me percaté que estaba enfermo. No señor.
Todo inició como un juego sencillo, en que el cualquier actualización en su
Facebook, en Flickr o algún mensajillo en Twitter despertaba en mi un casual
interés. Sin embargo un día di un paso más allá y el mismo fue correspondido. Comencé
a seguirle en Twitter y una vez el respondió uno de mis tuits. Estaba en shock.
En todo el tiempo en que había observado todos sus perfiles en internet me daba
cuenta que en realidad no interactuaba mucho con la gente. En esos primeros
contactos preferí no decirle que ya le conocía desde aquella fiestas, quería
que saber si me recordaría cuando finalmente acordáramos una cita, pero ¿la
aceptaría?
La verdad era que a pesar de mis cada vez mas constantes visitas a
sus perfiles, sabía muy poco de él. Eso me desesperaba, aunque la sensación de
conocerle e idealizarle era a su vez esperanzadora. No tenia por qué temerle al
rechazo, sin embargo pensé que tenía que usar a Daniel para conocerle… Y así lo
hice.
Lo llamé en ese instante.
—Yo creo que tú eres una de las únicas personas que en verdad
utiliza el teléfono para conversar.
—¿No es para eso? —pregunté, pero sabía a lo que se refería.
—También puedes mandar mensajes de texto. Pero equis, dime ¿qué
paso?
—Me preguntaba si no tienes una fiesta por ahí o algo. Estoy
aburrido quiero ir a alguna fiesta en la que no tenga que perseguir a alguien
para entrevistarlo.
—Pues estas de suerte, hoy voy a tomar fotos a la que es una de
las fiestas mas pretenciosas de la vida.
—¿Sí?
—Si, la familia Cappa es la anfitriona en la celebración por la
graduación de del colegio Símbolos.
—No suena muy pretencioso para mí —respondí— ¿De verdad lo mejor
que tienes es una fiesta de graduación de muchachos de bachillerato?
—¡Oh! Creeme que esta no es una fiesta ordinaria. Probablemente
los dueños del suelo que pisas son los invitados a esa fiesta.
Yo sabía que el dueño del suelo que estaba pisando era mi papá,
pero entendí lo que quería decir.
—Entiendo. Pero es la primera vez que escucho algo así.
—Es una cosa rarísima que solo ellos entienden. Se supone que cada
año hacen una asamblea para saber cuál familia será la anfitriona. Esta familia
es escogida dentro de los graduandos, pero en realidad serán anfitriones el año
siguiente. Es como una forma de hacer que familia poderosas sigan vinculadas
con el colegio.
—Es decir que los hijos de Cappa se graduaron el año pasado.
—Exactamente. Pero no es tan malo. Eso ayuda a que la fiesta no
este llena de niños, sino que además hay graduados que ya iniciaron la
universidad, o salieron del colegio hace algunos años.
—De acuerdo iré.
—Procura sacar lo mejor de ti y de tu closet —me aconsejó Daniel,
y luego colgó.
Cappa. Ese apellido me era familiar, pero no podía pensar en eso
ahora. Solo iría a la fiesta para sacarle información a Daniel sobre Marcos.
Eso era todo. Sin embargo me dedique a buscar fotos de las fiestas de otros
años por internet y comencé a preocuparme por mi aspecto. De manera que llame a
casa e hice que me trajeran un traje, pues no había traído nada de eso conmigo
a Valencia.
La noche siguiente, totalmente vestido, me dirigí a casa de Daniel
para la fiesta.
—No entiendo como es que hiciste para comprar carro —me dijo al
montarse. No sabía que en Noti ganaban bien.
—Mis papás me ayudaron —respondí en tono bajo—, pero ya hablame de
la fiesta.
Lo cierto era que mis papás si me habían ayudado. Comprándome el
carro.
Mientras Daniel me explicaba que la fiesta era como una especie de
competencia entre las familias para ver quien era el mejor anfitrión, me
comento que para la de este año se esperaba algo grandioso pues el Sr. Cappa
era presumiblemente la persona con mas dinero en el país.
“Con qué de ahí lo conozco”, pensé. No estaba seguro pero seguro
ese señor era amigo o conocido de mi papá, y seguramente me topé con su hijo un
par de veces, aunque no hay nada memorable al respecto.
—Solo tiene un hijo. Armando, que es todo lo pesado que te puedas
imaginar, pero por alguna razón la prensa lo adora. Se dice que fue él y no su
padre quien decidió como sería esta fiesta. Lo cuál es lógico, él es como su
hija consentida —y luego rió.
—¿Es gay? —pregunté.
—Por supuesto. Pero a su padre no parecerle importarle en lo
absoluto. De hecho vigila mucho que su hijo no salga con ningún pata en el
suelo. Una vez nos mandó un fax al periódico para evitar que publicáramos una
nota sobre su hijo tomando café con un mensajero de Casablanca, sin embargo no
tiene problemas cuando publicamos fotos con su mejor amigo, que es una… Eso.
Detestaba el uso de la palabra “loca”, por lo que los que me
conocían evitaban usarla en mi presencia.
Recordé que yo me había topado con Armando mas que un par de
veces, aunque el era poco mas que un pre adolescente y yo un adolescente. Deseé
que no me recordara.
Mientras estamos en el semáforo reviso el teléfono y leo que
Marcos colocó en twitter:
“Poniéndome una camisa mangalarga #HopesHelikesIt”
Sentí como un vacío en el estomago ¿A quién se refería?
—Por cierto ¿Marcos irá?
—Creo que sí. El tomará la fotos en un supuesto decorado que
colocaron para que los invitados se tomen fotos. O al menos eso me dijo…
¿Siempre me preguntas por él? ¿no te dio su numero el día en el que te habló?
Había algo se sorna altamente maliciosa en sus palabras, pero preferí
hacer caso omiso por Marcos. Sin embargo, decidí sugerir mis intenciones… Solo
para conocer las suyas.
—Bueno me cayó bien. Además creo que es lindo.
Hubo como cinco segundos de silencio en los que Daniel parecía
estar evaluando lo que iba a responderme. Esa fue mi confirmación: Estaba
obsesionado con él, tal vez no al mismo nivel que yo, pero lo estaba.
—Aún no estamos seguro de qué es lo que le gusta.
—¡Ay por favor! —exclamé.
—Es en serio. En todo el tiempo que lo conozco nunca me ha hablado
de un tipo, de un culo o algo. Jamás he visto que se bucee a un carajo o algo
así. Aunque bueno mis amigos dicen que tiene muchos amigos gays. Algunos
piensan que somos novios. Igual no estoy seguro.
—Bueno no es que yo me quiera empatar con él o algo así —tercié,
para finalizar el tema.
Pero mientras buscaba puestos de estacionamiento en el Hesperia y
con esa nueva información no dejaba de preguntarme… ¿Será que no? Preferí
tratar de olvidar todo, y concentrarme en que hoy le vería nuevamente.
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